TROVADORES, MÍSTICOS Y ROMÁNTICOS (1991)

Travadores, místicos y románticos
Tengo en el pecho una jaula

Travadores, místicos y románticos (1991)

TROVADORES, MÍSTICOS Y ROMÁNTICOS
BMG-Ariola, 1991
A dona que eu amo, Bernal de Bonaval
Muito me tarda, Sancho I de Portugal
En Lisboa sobre lo mar, Joâo Zorro
Lelia Doura, Pero Eanes Solaz
El enamorado y la muerte, Tradicional/Joaquín Díaz
Romance del prisionero, Tradicional
No te tardes, que me muero, Juan del Enzina
Partístesos, mis amores, Juan del Enzina
Hijo del alba, Lope de Vega
¡Ay, quién podrá sanarme!, San Juan de la Cruz
Vivo sin vivir en mí, Santa Teresa de Jesús
Campanas de Bastabales, Rosalía de Castro
Paseniño, paseniño, Rosalía de Castro
¿Qué pasa ao redor de min?, Rosalía de Castro
Corre o vento, o río pasa, Rosalía de Castro
Cando era tempo de inverno, Rosalía de Castro
Mayo longo, Rosalía de Castro
Adios ríos, adios fontes, Rosalía de Castro
Compañera, Luis López Álvarez
Jaula en el pecho, Amancio Prada
Las moras negras, Agustín García Calvo
Juraría, Agustín García Calvo
Las torres de París, Agustín García Calvo
Libre te quiero, Agustín García Calvo
Música de AMANCIO PRADA

§

MARIANA CORES, violoncelo
CARLOS CARDINAAL, violoncelo
AMANCIO PRADA, voz, guitarra y zanfona

Producido por Juan Pérez Mercader y A. Prada
Diseño gráfico: Vicente A. Serrano
Grabación realizada en Kirios (Madrid),
en abril de 1990 por Antonio Lomas.
Mezclada y editada por Carlos Martos
en los estudios Sonoland, julio de 1990

§

Trovadores, Místicos y Románticos es una selección de las mejores canciones que he compuesto entre 1974 y 1984, atendiendo a su consonancia con lo que el título (que no definición) sugiere y a su carácter más íntimo y camerístico, que se adapta mejor al acompañamiento con guitarra y violoncelo que me había propuesto.

He pretendido plasmar en esta grabación la tensión emotiva de las actuaciones en directo, luchando con un medio, el disco, que casi siempre me ha resultado frío. Para lo cual me propuse recuperar mi propia guitarra como acompañamiento y la colaboración de dos excelentes violoncelistas, Mariana Cores y Carlos Cardinaal, que me acompañan desde hace tiempo. Tal era, por otra parte, la formación instrumental y el sonido característico de mis primeros discos. Se trata de asumir y desarrollar una estética que, desde el punto de vista formal, proclama que “cuanto menos, más (y mejor)”.

Mi primera intención fue grabar este repertorio en alguno de los escenarios ideales para este género de música, trasladando el equipo técnico necesario, pero, finalmente, optamos por instalarnos en la sala grande de Kirios para aprovechar mejor in situ las ventajas de un estudio de grabación. Todas las tomas se realizaron en directo y no se realizó ningún recording posterior.

Algunas canciones son inéditas, otras, la mayoría, tienen un sonido distinto de su grabación original al prescindir de los arreglos orquestales. Pero lo más importante de esta nueva grabación es que constata y recoge el fruto del tiempo: pues una canción, como un buen vino, madura y gana con el paso del tiempo, con las sucesivas interpretaciones: sin perder la emoción primera, palabra, melodía y entonación van encontrando mejor acomodo, el acento natural y su debido “tempo”.