ZAMORA (2006)
“Río Duero”
“Vuelve Amancio al Teatro Principal. En la celebración del IV CEntenario de nuestro Corral de Comedias, no podía faltar alguien que no escastima elogios al hablar de Zamora. Sabido es que Amancio ha actuado en muchos de los mejores escenarios de España y del mundo; si así lo hubiera deseado habría podido elegir cualquiera de ellos para estrenar su particular Cántico Espiritual, Emboscados. Y he aquí que engrandeció nuestro pequeño y entrañable teatro haciéndolo protagonista de tal evento.
Vuelve Amancio al Principal; será un placer emboscarse… A riesgo de que el galopar de unos caballos me rompa el pecho, acudiré a la cita. Otra vez, Amancio regalará caracolas para colgarlas del cuello y escuchar el rumor de su pensamiento. Si la emoción es mucha, a falta de mandil siempre habrá en el bolsillo un pañuelo, hermano pequeño, para secarse los ojos quedito, quedo, no sea que vaya a enterarse el vecino de butaca.
Ir a un concierto de Amancio es revivir viejas emociones y ampliarlas con otras nuevas. Los emboscados le dejaremos ir sin decirle adiós; no queremos que sea nuestro ni de Dios, ni de nadie, ni suyo siquiera. Lo queremos libre. Su público, tal que Penélope, se quedará esperándole, tejiendo y testejiendo sueños, hasta que en ese mañana, que nadie sabe cuando es, encuentre su camino de vuelta.
Amancio, mi único propósito es decirte que esperaba mucho, per me diste muchísimo más. Tú, los músicos que te acompañaron y Juan Carlos Mestre (¡Cómo recita, Dios mío!) volvisteis a erizarme la piel; pero sobre todo me conmovió el entrañable intercambio de afecto con D. Agustín. Igualmente emotivo resultó el constante recuerdo de Chicho. Hubo momentos en los que creí percibir en tu actitud un enternecedor intento de rescatarlo y regresarlo…”
Flor Periáñez (La Opinión. El Correo de Zamora. “Cartas de los lectores”, 5 de octubre 2006)