HUELLAS DE SALAMANCA (2005)

Huellas de Salamanca
“Escondite inglés”

Pocos artistas han alcanzado durante el último cuarto de siglo mayor rigor en su trabajo y se han destacado por lo insólito de su orientación artística, la flexibilidad de su timbre y capacidad dramática en escena. Menos aún, han llevado con éxito su música desde Roma a Buenos Aires, de Nueva York a Caracas, desde Chicago a Rabat y de Medellín a La Habana.

Amancio Prada es un artista único, que a lo largo de su prolífica trayectoria nos ha regalado un envidiable patrimonio sobre la perfecta comunión entre la música y la palabra. Su música ha encontrado inspiración en poemarios como los de Federico García Lorca, Álvaro Cunqueiro o Rosalía de Castro. El 6 de mayo de 2005 su música insobornable se dejó seducir por el alma intangible de los poetas que se inspiraron en esta Salamanca eterna y cantó los versos de Santa Teresa, Fray Luis de León, San Juan de la Cruz, Carmen Martín Gaite, Juan del Enzina, Chicho Sánchez Ferlosio o Agustín García Calvo.

El resultado de esta unión singular se paladeó en su recital del pasado 6 de mayo, en el Teatro Liceo, que enriqueció el poeta Juan Carlos Mestre recitando los versos de Antonio Colinas o Miguel de Unamuno. La poesía se convirtió en música y el concierto dejó un recuerdo imborrable que ahora puede ser revivido gracias a esta huella sonora. El álbum es ya un patrimonio individual que obra el milagro de ampliar hasta el infinito el auditorio que ese día se citó en el Teatro Liceo en torno a la música de Amancio Prada y a los poetas que desde antiguo han cantado a la ciudad de Salamanca.

Julián Lanzarote Sastre
Alcalde de Salamanca


Patrocinado por La Junta de Castilla y León. Consejería de Cultura y Turismo. Fundación Siglo para las Artes de Castilla y León, en el marco de actividades de la conmemoración del

1100 aniversario del Reino de León, Raíces 910-2010

Coherente en la estela de su propio camino, Amancio Prada retoma con estos Romances y Canciones desde el Reino de León, la antología del amor lírico que ya solo perdura en el viento; las delicadas formas de lo galante que desde la lejana Edad Media lo son también de cuanto hoy aguarda impaciente las promesas del alba: la supremacía del amor cortés y sus sueños sobre la historia, la vida cantada desde el puro deseo de su originaria belleza. La pasión y la brevedad de la vida, el anhelo de libertad y la sonrisa cómplice de los amantes que siguen siendo hoy, como entonces, el más conmovedor y hermoso testimonio de la inteligencia popular contra el poder y la muerte. Guitarras y zanfona, flautas y laúd, mandolina y acordeón, violonchelos y salterio dan nuevo espacio al aire de lo imaginario para que respire la grácil sabiduría anónima de la tradición. Y el milagro de la juglaría, las bellas e inocentes guerras del amor que quita el sueño, se hacen cómplices cantos de dulzura en la voz del tan fiel como riguroso pájaro solitario que sigue siendo Amancio Prada.

Juan Carlos Mestre