Cántico Espiritual (1977)

 

 

 

Ay, quién podrá sanarme


“… Por haberse, pues, estas canciones compuesto en amor de abundante inteligencia mística, no se podrán declarar al justo, ni mi intento será tal, sino sólo dar alguna luz (en) general, pues Vuestra Reverencia así lo ha querido. Y esto tengo por mejor, porque los dichos de amor mejor dejarlos en su anchura para que cada uno de ellos se aproveche según su modo y caudal de espíritu, que abreviarlos a un sentido a que no se acomode todo paladar y así, aunque en alguna manera se declaren, no hay que para qué atarse a la declaración, porque la sabiduría mística -la cuál es por amor, de que las presentes canciones tratan- no ha menester distintamente entenderse para hacer efecto de amor y afición en el alma… ”

San Juan de la Cruz

(Del prólogo al Cántico Espiritual)