Caravel de caraveles (1976)

 

 

 

 

 

 

 

Caravel De Caraveles

Por ventura, y a pesar de un tiempo tan adverso, aún se puede hablar de folclore gallego como de algo vivo, sonoro en la garganta del pueblo. ¿Por cuánto tiempo? Esto es lo que preocupa, porque el proceso de degradación por la industria cultural, entre otras, parece irreversible y que no hay quien lo pare. Claro que, ¿podría ocurrir de otra manera? Porque el cantar del pueblo desaparece junto con aquel medio y modo de vida rural que lo creara. (No se olvide que, hasta ayer, hijos todos o nietos de labriegos). Pero los arrieros se perdieron por los caminos vecinales y su cantar con ellos; la tierra ya se labra con tractores y máquinas cuyo ronroneo asorda el posible canto; y como el pueblo no canta porque le escuchen, con el folclore de verdad no hay profesionalidad que valga. No nos queda, entonces, sino el recuerdo y la nostalgia. Que esto quiere ser Caravel de Caraveles: un recuerdo vivo. Con el afán, eso sí, de recrear aquellas canciones, fruto luminoso de oscurecido origen, tratando de respetar aquella gracia y espontaneidad populares, aun cuando la instrumentación y la armonía aquí empleadas suponen una actitud e interpretación particular y siempre subjetiva. Pero pienso también en esos hombres y mujeres que se agrupan en corales y bailan y cantan, salvando del olvido tantas coplas, tanto saber. Su afición y entusiasmo nos alienta y a su canto uno yo, humildemente, el mío.

Amancio Prada ( Mayo de 1976)